sentada

en la primera fila, blanca
en el umbral de mi esquina, de celeste
en el vagón del Sarmiento, verde
¿Qué habías perdido?
la belleza
el semblante nocturno
el silencio de mi muerte
que me precede
siempre
aterradoramente
cerca
a mi sombra
que se las ingenia
hacia las seis de la tarde
para evitar el frío
que recorrería mi cuerpo
unos años después

Comentarios

Entradas más populares de este blog

cuaresma

Aquelarre Amazónico