En las afueras del monstruo

En esta época las flores con hojas opacas trascienden su mérito invernal (la compañía fotosintética del hombre y la mujer) y revierten su forma de capullo para invadir nuestro color de bruma y calcio.

Al montar mi cuerpo sobre el respaldo de la cama - la cabeza alicaída hacia un costado las extremidades en llanta y hacia afuera los órganos reducidos a la mínima expresión energética- entonces pensé en hacerme presidenciable  en algún mundo (el que me acepte) Resumo los alcances de la monopropuesta, monotemática, monódica y amontonada: emanado por los cleros barriales del estero acuclillado, resuelvo no dictaminar elogios o fabricaciones halagüeñas a quienes me miren, como dictamen presuntuoso, añado que he de adoctrinarme durante un buen tiempo, acerca de los menesteres de la ocupación mental, total, subliminal, explícita y aguachentosa que revisten las cuestiones de la vida diaria bla bla...