Entradas

Mostrando las entradas de marzo, 2009
Allá estaba en el tiempo, dormida en tantos años tristes, que cuando desperté adorada, se me lleno el pecho de excusas y lágrimas doradas. Ay el alma dorada! Opacó la entraña y el aroma parco de las cavidades blandas. Doradita, ahí la vez, pasmada. Se acabó el jugo espeso que encerraba mi morada. Ya no queda destello de mi almita con tanto líquido perdido en la calle del centro cortada. Se desparramó el cuerpo y quedé pertrecha de ropas al aire libre.

mi bien

adónde dónde está mi bien mi bien astuto, sencillo, apacible dónde adónde habrá mi bien sepultado la risa que ofrecí sedosa, cautiva de una objeción sincera y provocadora, mi bien adónde dónde mi bien me ve.